Relato "El enigma del tiempo" convocatoria de "El tintero de oro"
— ¿Me pone tres horas y diez minutos?
— Eso está hecho. Fresco o congelado
— Fresco, que es para esta noche. Resulta que hace unos pocos días perdí todo ese tiempo discutiendo con mi novia, y quiero recuperarlo. Me dijeron que tiene existencias.
— ¡Claro que lo tenemos¡. De aquí mismo, de la tierra. Un “tiempo precioso” por cierto, pero no puede desperdiciarlo. Páselo convenientemente.
— Por supuesto que lo haré. Además, es el tiempo que me falta para cumplir los dieciocho años y es que tengo ganas ya de votar, de conducir, de amar intensamente…
— ¡Qué curioso! La mayoría de mis clientes son ya talluditos, que se han dado cuenta
que perdieron el tiempo en toda o parte de su vida. Y son clientes potenciales pues me compran años y lustros, pero tú eres diferente y sólo quieres minutillos. Eres de los clientes más jóvenes que se han presentado. Te regalo 20 minutos más por tu cumple.
— Gracias. No si yo con poder contar con ese poco tiempo me bastaría para pedirle perdón a mi chica, reconciliarme y poder volverla a besar. Me muero de ganas. Si me saco el carnet de conducir, ya te compraría más tiempo, que me apetece ir de excursión con ella a Piedralaves.
— No se diga más. Aquí lo tienes y barato: me debes un billete de ingenio y tres monedas de ilusión.
— Buen precio, y eso que “el tiempo es oro”. Eso sí: ya no volveré más a perder el tiempo, que es una jodienda.
FIN
Relato presentado a concurso en fecha 6 mayo 24 de "El tintero de oro"