LA FIESTA DEL TOMATE
Una calidad envidiable la de la cosecha de este año, no así la cantidad...
Siguiendo con la tradición de las civilizaciones antiguas, que celebraban con fiestas y jolgorios la recogida de la cosecha, Ana y yo hemos hecho lo mismo en casa.
Porque tan espléndida cosehca lo merecía.Y así, agradecidos a los dioses (y a las diosas también), hemos hecho todo un cántico a la vida, lleno de esperanza.
Los comensales, que fuimos 10, quedaron alucinados con la calidad de nuestros productos tomateros, mientras corría la cerveza y el vino. Si a eso añadimos que hubo también gazpacho, mejillones, gambas al ajillo y morcilla, pues se explica el éxito del encuentro. No, no hubo cánticos al final, y eso que "la espinita" de Albert Hammond cada vez me queda mejor, pero sí hubo sonrisas y muchas. Un buen papeo.
Porque cualquier motivo, por pequeño que sea, hay que celebrarlo.
Pero no sólo de tomates vive el hombre (y la mujer).Así que esta semana os dejo con alguno de mis relatos.
Y lo confirmo: cada vez digo en ellos más paridas, lo cual me encanta. Lo de siempre: menos descripciones y más paridas. Ese es mi lema. No gano concursos, pero a la gente le gusta leer mis relatos.
Y vamos a por el mes de junio. El mes de las flores. ¿Por qué digo esto de las flores? Porque si mayo lo es, malo será que se marchiten en junio. Así que vamos con el primer mes veraniego y a celebrar gozosos, con esa alegría que nos caracteriza, que de nuevo hay elecciones, esta vez europeas. Suerte Europa y ánimo si te ha tocado una mesa electoral, que estarás entonces mucho más lleno, si cabe, de esa alegría democrática que nos invade habitualmente. Bueno, al menos no las han puesto en julio. Qué cruz, Maryluz.
Besos y abrazotes y hasta la próxima semana.
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Qué buena pinta tienen los tomates. A mí me encantan con aceite y sal. Tus comensales no me extraña que quedarán contentos. Un abrazo y a seguir disfrutando.
Nuria de Espinosa